De vez en cuando uno encuentra una película valiente, que si no genial, al menos tiene la amabilidad de sorprendernos con una propuesta sugerente y original. Todd Haynes nos ofrecía esta película hace ya 10 años. Una original visión del glam rock que mezcla drama, fantasía y vídeo musical. Ya sólo el principio de la película vale su visionado. En el apartado actoral brillan con luz propia (más la del reflejo de la purpurina) Jonathan Rhys-Meyers y Ewan McGregor interpretantado, de forma no oficial, a David Bowie e Iggy Pop (con algún deje a Lou Reed y algún otro artista). Completan el reparto Christian Bale y Toni Collette. No es la típica historia de ascensión y bajada a los infiernos... aunque tampoco deja de serlo. Con una estructura que recuerda vagamente a Ciudadano Kane es una de esas películas por las que es mejor dejarse llevar y en las que la forma se sobrepone al fondo. Velvet goldmine es un deleite, vamos.
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