Tiene que ser Tom Cruise un actor excepcional (de hecho creo que sí que lo es) para haber sabido construirse una carrera tan decente sobre unos cimientos tan inestables. Cocktail es una película aburrida, vacía, estúpida e insulsa. Los personajes protagonistas sabrán mucho de cómo mezclar una bebida con otra para lograr un brebaje mágico, pero desde luego su director Roger Donaldson y sobre todo su guionista Heywood Gould no supieron como unir elementos adecuadamente para lograr una buena peli. Pensaron que el tirón de su protagonista sería suficiente (y en cuanto a la taquilla así debió ser), pero se les olvidó que un buen cocktail debe estar compensado. Tom Cruise da bastante pena en esta peli donde no hace más que esgrimir una estúpida sonrisa. Le acompañan Bryan Brown y Elizabeth Shue, quienes no hacen tampoco mayores méritos. Se trata de una de esas películas que hacen que te duela algo dentro sólo con recordarlas. ¡Abajo con ella!
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