Saga: La trilogía de los dólares

Entre 1964 y 1966 Sergio Leone estrenó estas tres películas rodadas en el desierto de Almería. Protagonizadas por Clint Eastwood, son la quintaesencia del espaguetti western. Eastwood representa un personaje conocido habitualmente como El hombre sin nombre. Aunque no está claro que se trate del mismo personaje en las tres películas (más bien diría que no lo es) tiene muchas semejanzas: es un hombre solitario a quien no le gusta hablar demasiado y del que desconocemos casi todo su pasado, siempre lleva un poncho y un puro en la boca y, cómo no, es un gran pistolero. Leone hace todo un arte del uso de planos cortos (los ojos, las manos, las pistolas, las botas...) asentando así lo que será una ley en el cine del oeste. Las tres películas tienen música de Ennio Morricone, quien compone unos temas míticos y que forman parte de la historia del cine. Veamos las 3 películas por separado:

Por un puñado de dólares. Remake de la también excelente Yojimbo de Akira Kurosawa. Clint Eastwood es un pistolero que llega a un pueblo dividido entre dos bandas para ir alquilando su revólver al mejor postor.

La muerte tenía un precio. Ya desde el principio se nos presentan las virtudes de los dos protagonistas: Clint Eastwood (el pistolero rápido) y Lee Van Cleef (el certero). Juntos se asociarán para detener al Indio y su banda y así cobrar la recompensa que se ofrece por sus cabezas. Posiblemente la mejor de las tres películas (¿pero acaso es necesario decidirse por una?), en esta los temas creados por Morricone brillan más que nunca.

El bueno, el feo y el malo. El título lo dice todo. Genial clímax final con el duelo entre los tres.

Parece irónico que después de ser responsable de elevar el western a la categoría de mundo mítico con estas 3 películas Clint Eastwood le diese muerte con la magnífica Sin perdón. Hasta ahora el western parece que no se ha recuperado, aunque parece que con el estreno de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford y las inminentes 3:10 to Yuma y Appaloosa, va por buen camino. ¿Volveremos a ver brillar este género algún día como en La trilogía de los dólares? Creo que no.