Cuando una persona va a ver una película siempre tiene unas ciertas espectativas, quizá algo difusas, pero en todo caso espera algo. Cualquier persona que haya visto el inmundo cartel de X files: Creer es la clave no esperará gran cosa. Posiblemente piense que va a ver una mala película. La nueva película basada en la serie de televisión Expediente X supera cualquier tipo de previsión. Es una película tan execrable que es imposible de imaginar hasta que no presencias la infamia de sus imágenes y su historia pasando por delante de tus ojos. El subtítulo de la película cobra un nuevo sentido tras su visionado ya que resulta ciértamente increíble que alguien se haya atrevido a gastar dinero en la producción de un film tan vergonzoso. Aunque estemos aún a julio me atrevo a asegurar que estamos ante la peor película del año. Y aviso, si alguien quiere ir a verla por reirse de lo mala que es... no sirve ni para eso. ¡Que arda en el infierno! ¡Y a poder ser que lo hagan todas sus copias!
