domingo, 4 de marzo de 2012

En espera: Moonrise Kingdom

La nueva película de Wes Anderson está al caer. Recordemos que su última experiencia en el cine fue con una cinta de animación. Toda una aventura de la que salió airoso. En su vuelta al cine de ación real esperamos un regreso a su particular universo creativo. En la nueva película aparecerán rostros como los de Bruce Willis, Tilda Swinton, Edward Norton o Harvey Keitel, aunque, cómo no, también aparecerán habituales del cine del director como Bill Murray y Jason Schwartzman. Seguro que como siempre nos hará sonreir con sus extravagantes personajes y una peculiar banda sonora.

Recomendamos: Shame

Michael Fassbender es un actor colosal. Da igual lo que haga: lo hace bien. Lamentablemente no son tantas las películas que le ofrecen papeles con chicha en los que pueda darlo todo. Aquí tenemos un ejemplo y el resultado es sobrecogedor. El irlandés se mete en la piel de un ejecutivo adicto al sexo en una película seria. El director, Steve McQueen, no duda a la hora de afrontar la temática de la película de una forma directa, sin tabúes y que abarca varios ángulos (pero que en ningún momento pierde la perspectiva del protagonista). Una película oscura, que baja a los infiernos de un personaje cuyo drama personal pasa inadvertido a los demás (podría pensarse erróneamente que el personaje está satisfecho con tanto folleteo) y que, aún así, guarda espacio para una cierta belleza visual. En un rol importante también destaca Carey Mulligan como la hermana del prota. Todo un show de dos actores en estado de gracia. Una película profunda, dura y con mucho que decir.

En espera: Frankenweenie

Hace casi 30 años Tim Burton dirigió un mediometraje en blanco y negro con este mismo nombre. Se trataba de una readaptación de la historia de Frankenstein en la que un niño devolvía a la vida a su querido perro muerto de forma accidental. Ahora parece que la historia verá prolongado su metraje y pasará del cine en acción real a la animación. Veamos qué consigue Burton inspirándose en sus propias raíces...