domingo, 24 de octubre de 2010

Coco enseña cine: La noche americana

Hacía tiempo ya que Coco no se pasaba por aquí para enseñarnos alguna cosilla del mundo del cine. Parece que hoy nos hablará de la noche americana.
La noche americana es algo más que una película de François Truffaut. Es una forma de hacer cine que en realidad tiene más que ver con tiempos anteriores en los que la tecnología no estaba tan desarrollada, pero que todavía puede emplearse a día de hoy.
Se trata de un recurso propio de la fotografía. Como sabrán, la base de la fotografía es la luz (así como del cine). A día de hoy hay equipos muy modernos capaces de capturar imágenes en situaciones de una oscuridad casi total, pero esto no ha sido siempre así. Incluso a día de hoy la grabación de escenas nocturnas hace que una producción pueda encarecerse.
La noche americana (o, como dicen precisamente los americanos day for night) consistía antiguamente en un proceso de grabación haciendo uso de lentes coloreadas. Recordarán muchas películas en las que la noche coge un cierto tono azulado (algo que parece luz de luna... pero que es muy irreal, por otra parte), aunque las siluetas se ven bien definidas, nada que ver con la noche real.
Sin embargo esto permitía al espectador situarse en una situación nocturna sin, por otro lado, perder detalle de lo que estaba pasando. Si bien con las nuevas técnicas se pueden rodar escenas de oscuridad, por otra parte (y precisamente por ser estas más reales) el espectador no ve con nitidez lo que está sucediendo.
En la actualidad muchas cámaras y equipos digitales permiten simular la noche a partir de una grabación. A esto se le puede seguir llamando noche americana ya que pretende emular aquel sistema antiguo basado en filtros, aunque con un buen tratamiento digital se puede conseguir un efecto mucho más logrado que los de antaño. Sin embargo los problemas que había entonces siguen exitiendo ahora...
A la hora de realizar una grabación a la luz del día (con la intención de hacerla pasar posteriormente por noche) debería evitarse grabar (en la medida de lo posible) el cielo y, sobre todo, las sombras. Por ejemplo, por la noche no suelen percibirse las nubes y de verse quedaría muy raro (más aún si captamos una luz de sol directa). Y por la noche tampoco se ven las sombras, así que una grabación con sombras llama mucho la atención.
Hoy, a modo de ejemplo, en vez de poner una escena de una película, he preferido escoger un ejemplo de un aficionado de internet. Es una escena grabada de día pero convertida en noche. A primera vista parece que cuela, pero... fíjense en las sombras al pie del plano. ¿No les resulta extraño? Les animo a que se fijen la próxima vez que vean una escena nocturna en una película clásica. La verán con otros ojos...


sábado, 23 de octubre de 2010

Recomendamos: Héroes

Hay películas cuyo principal acierto va más allá del reparto, de su guión, de su montaje... El acierto está en su extraña (por infrecuente) capacidad de conectar con el espectador. En este caso nos referimos a una película que seguro que llenará las salas de espectadores nostálgicos dispuestos a disfrutar y a sufrir recordando sus infancias. Igual de seguro es que en pocos años este mismo film caerá en el olvido por haber pasado "su momento"... Pero aprovechen y vayan a ver estos días a estos Héroes, porque es raro ver una película con tanto corazón. Porque eso es lo que ofrece. Se trata de una película ante todo noble, que no pretende engañar ni vender lo que no es. Sólo ofrece sinceridad. Se podrá decir que las interpretaciones son poco sutiles, y esta elección podrá haber sido acertada o no, pero una vez asumida no es posible criticar el trabajo de los actores. Desde los niños hasta los adultos. Para compensar el desconocimiento del reparto infantil el casting adulto lo conforman nombres de altura como Emma Suárez o Lluís Homar. Eva Santolaria realiza un buen papel (nada sencillo, por cierto, si se piensa bien) reivindicándose como una actriz a tener en cuenta, aunque claro, tiene cara a cara al rey del cine independiente hecho en España Àlex Brendemühl (que vuelve a acertar). Eso sí, si hay un nombre que destaca sobre el resto es el de la niña Mireia Vilapuig, quien transmite todo y llena de vida la pantalla. Al director Pau Freixas se le acusará de buscar la lágrima fácil y posiblemente podría haber realizado un trabajo mejor... pero ha conseguido una buena película comercial que a nadie disgustará y menos aún a los nostálgicos de los 80... y de su infancia.

En espera: A dangerous method

David Cronenberg dirigiendo una película sobre dos médicos probando un nuevo tratamiento sobre la misma paciente nos trae al recuerdo el estupendo resultado de Inseparables (para mí, hasta la fecha, la mejor película del director canadiense). Sin embargo en esta ocasión no hablamos de aquella sino de su nuevo film A dangerous method en el que Viggo Mortensen y Michael Fassbender se meterán en la piel de Sigmund Freud y Carl Jung para probar sus teorías sobre el psicoanálisis sobre una paciente interpretada por Keira Knightley. El reparto lo completa Vincent Cassel. Si todo lo dicho no fuese suficiente para llamar la atención del espectador (lo que me resulta increíble) destacaremos también que será Howard Shore quien, de nuevo, firme la partitura de la banda sonora de la nueva película de "el barón de la sangre".

Cartelera zaragozana: 23/10/2010

Estamos en octubre, en plena "temporada alta cinematográfica". Esto hace que muchos títulos interesantes pasen por delante nuestro sin poder darles la atención que seguro merecen. Aún así entre las películas vistas hay unas cuantas interesantes. Cabe destacar la amplia presencia de buen cine español en la cartelera (entre las 5 mejores del ranking hay 3 españolas...). Bueno, pues aquí queda la clasificación, como siempre de mejor a peor:

1. La red social
2. Machete
3. Buried
4. Héroes
5. Pan negro
6. Origen
7. Lope
8. The karate kid
9. Toy story 3
10. El americano
11. Avatar
12. Que se mueran los feos

domingo, 17 de octubre de 2010

Recomendamos: La red social

Cuando muchos escuchamos por primera vez que David Fincher estaba haciendo una película sobre la fundación de Facebook sólo tuvimos un pensamiento: "ya está Hollywood intentando vendernos más mierda otra vez". Pero tengo que reconocer que ante el aluvión de buenas críticas cosechadas por la película en las últimas semanas me fue aumentando la curiosidad. Y es que La red social es toda una película. Así, sin más. Es una lección de cine, de cómo escribir un guión ágil y original pero sin estridencias, de manera que el espectador sólo advertirá su complejidad si se detiene a pensarlo. Pues se trata de una película sobre gente muy inteligente y tiene la infrecuente habilidad de lograr convencernos de que ciertamente los personajes gozan de dicha inteligencia. Algo que llama la atención son los diálogos, no sólo por su rapidez y originalidad, sino también por su verdad, porque son absolutamente creíbles. Detrás de estos están unos personajes que muchas veces tan sólo necesitan de una frase (muchas veces inacabada) para poder entenderse entre ellos. Esta forma de expresión, lejos del habitual "trato para tontos" tan habitual en el cine norteamericano, también se ha llevado al guión de manera que a lo largo de la película se tratan innumerables temas de gran calado y que dan lugar a la reflexión con apenas una frase. Es el espectador quien debe construir todo lo que ésta conlleva en su cabeza. Pero para dar vida a personajes tan interesantes es necesario un reparto a la altura y éste lo está, especialmente Jesse Eisenberg, Andrew Garfield y Justin Timberlake (personalmente también me hace gracia siempre que veo a Max Minghella en una pantalla), nombres que ya suenan y mucho para la próxima gala de los Oscars. Al lado del apartado interpretativo y del guión de Aaron Sorkin, habría que destacar el brillante trabajo de fotografía que a base de planos muy amplios, gran profundidad de campo y colores fríos consigue una atmófera de elegancia empresarial a la vez que contribuye a aumentar la sensación de isolación del protagonista. En resumen, se trata de una película de corte clásico a disfrutar en una infinidad de capas. Lo que se llama un clásico instantáneo.

En espera: Super

No contaremos más de la cuenta. Hay películas que nos interesan por sólo una razón y ésta es una de aquellas. En el mismo año en que se han podido ver Kick-ass y Defendor, una nueva película sobre un tío normal que decide meterse a superhéroe no es demasiado original, desde luego. Pero lo que sí que es original es que en ella aparezca nuestra defendidísima desde este blog Ellen Page y que podamos verla metida en unas mallas y con antifaz. Desde luego así la espectación aumenta...

Recomendamos: Please give

No es desde luego la mejor película del año, pero Please give es una de esas películas independientes (de ese género entre la comedia y el drama que en los últimos años se ha puesto de moda denominar con la horrible expresión "dramedia") que te hacen sonreir y suben un poco el listón cinematográfico anual. Con un guión que funciona bastante bien quizá lo que destaca sobre el resto es el trabajo actoral de sus dos actrices coprotagonistas. Por un lado Rebecca Hall interpreta un personaje dulce y lleno de luz que hace que este film parezca más bonito de lo que en verdad es. Por su parte, la siempre genial Catherine Keener vuelve a conseguir llenar de interés a un personaje que en otras manos podría haber generado aburrimiento. Esta mujer tiene los dones más importantes para su profesión: una capacidad infinita para meterse en la piel de cualquier personaje y sacarle todo el jugo que pueda tener... y un gusto exquisito para elegir las películas en las que trabaja. Respecto a la película, me gustaría destacar su final: toda una patada en la boca a los portavoces del "piensa globalmente, actúa localmente".

En espera: Rare exports: A Christmas tale

Recién publicado el palmarés del Festival de Cine nos hacemos eco de su flamante vencedora. Se trata de una película finlandesa sobre el mito de Papá Noel en el que el personaje está lejos de ser el regordete bonachón que todos conocemos. Parece que la película es original y sorprendente y que en general ha gustado bastante. Esperemos no tardar demasiado en poder verla...

martes, 12 de octubre de 2010

Recomendamos: Kaboom

Pues como prometí traigo noticias desde el Festival de Sitges. Y buenas. Porque es que la última película de Gregg Araki es todo un festival. Es un desparrame de gags (o más bien tonterías) hilvanadas por un guión ligero, rápido pero aparentemente improvisado. Se trata de una de esas películas en las que el director es fiel a sí mismo y ofrece lo que se espera de él. Pero Araki ha madurado y es consciente de que ya no estamos en los 90 y que el cine gay ya no necesita ser reivindicativo ni polémico, sólo divertir y lograr así una cierta cuota de mercado que sin duda merece. Con unos personajes loquísimos y una historia bastante delirante la película divierte desde el primer hasta el último minuto. Eso sí, que se abstengan los que exigen coherencia a las películas.

En espera: Rubber

Estaba en Sitges en el lugar indicado y en el momento adecuado... pero no entré. Y, sin poder decir que me arrepienta (aunque cueste creerlo hay vida más allá del cine), sí que me quedé con las ganas. Y es que esta película de venganzas en la que el protagonista es un neumático asesino con poderes destructivos además de ser una divertida frikada parece ser que presenta una interesante reflexión acerca del papel que juega el público como factor creativo determinante en un film. Tampoco es que esperemos una disertación de altos vuelos. Sinceramente, tampoco es lo que queremos. Con el neumático asesino hubiese sido bastante.

viernes, 1 de octubre de 2010

Recomendamos: La vida en tiempos de guerra

Hay cosas que, en nuestra sociedad, parece que no se pueden decir. Ni siquiera insinuar. Menos mal que de vez en cuando llega a las carteleras una película de Todd Solondz para recordarnos que las convenciones son sólo eso... y que se pueden transgredir. La vida en tiempos de guerra toma los personajes de Happiness (la mejor película del director, sin duda) y los sitúa años después interpretados por actores diferentes. En el reparto destaca el trabajo de Ciarán Hinds y Michael K. Williams (dos actores que se hicieron especialmente famosos gracias a sus interpretaciones en series de la HBO, respectivamente en Roma y en The wire, con sus roles de Julio César y Omar), pero quien se lleva la palma es Shirley Henderson quien ofrece la interpretación más memorable. En todo caso el reparto está en general en estado de gracia y se viene arriba con un guión inmejorable, como suele ser habitual en todas las obras de este cáustico artista que es Solondz. Una fotografía preciosísima y un montaje eficaz y sereno acaban de dar el empaque a una obra que seguro que gustará a los amantes del director... y hará cabrear y mucho, como siempre, a sus detractores. Pero que nadie se equivoque... Todd Solondz es la libertad... y odiar su cine (sólo por su mensaje) es odiar la libertad de expresión.