Recomendamos: Nocturna

Cortos y rarezas aparte, muchos creíamos que el cine español no había dado ninguna película de animación decente en los últimos años (y cuando digo los últimos años quiero decir desde que tengo memoria). Pero casi por casualidad un día me hice con Nocturna y pude verla. Y la verdad es que está muy bien. Si no son ustedes de los que han vendido su alma a Pixar (algún día alguien, poniéndose serio y en una larga conversación, tendrá que explicarme la inexplicable veneración del público hacia el cine de este estudio que, por lo general, yo veo como el cine de factoría de Disney pero cambiando su magia por unas gotitas ínfimas de transgresión) y todavía son capaces de apreciar el buen cine de animación artesanal, seguramente aún podrán disfrutar de la fantasía y la belleza de una obra quizá demasiado subestimada y que debería estar en el recuerdo de todos como una de las grandes películas españolas de este incipiente milenio. En realidad lo más destacable de esta cinta es su diseño de producción y personajes y, aunque pueda no tener mucho más, es tan meritorio el trabajo en este sentido que es suficiente para sostener la película, hacernos pasar un buen rato y dejarnos un buen recuerdo. No sé ustedes, pero yo he pagado entradas de cine por mucho menos que eso.