El escritor es cine con clase. Serio, seco y frío como el desolador paisaje que llena la película o como las indescifrables personalidades de los personajes que la pueblan. Es cine clásico, con memoria, pero que no deja de ser una película hecha en nuestros días y que habla más de hoy que de ayer. En unos momentos en que las circunstancias personales le obligan a echar la vista atrás, Roman Polanski parece también recordar tiempos mejores en los que sí que sabía qué hacer con un buen guión y una cámara y logra que los desenamorados volvamos a darle otra oportunidad. Los actores ofrecen una lección de interpretación sin excesos que llena a sus personajes de verdad. Ewan McGregor, Pierce Brosnan, Kim Cattrall y Tom Wilkinson conforman un reparto estelar (aún más redondo si cabe si tenemos en cuenta a los actores que se dejan ver en pequeños papeles secundarios) que corona Olivia Williams en otra interpretación más ante la que sólo puede uno quitarse el sombrero. Cuando uno termina de ver El escritor sólo puede preguntarse una cosa: ¿Por qué ya no se hacen más películas así?
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1 comentario:
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