Infierno: Ángeles y demonios

Una película titulada Ángeles y demonios desde su génesis se estaba jugando a cara o cruz el ser incluída en esta sección. Pero después de verla puedo asegurar que su inclusión no tiene nada de azaroso y se ha ganado con todo el derecho estar incluida entre lo peor de lo peor de la escoria del vertedero de la cinematografía. Yo diría que jamás se ha visto un guión más tramposo (así como absurdo... tanto que en algún momento de la película te tienes que pellizcar para asegurarte de que has visto u oído en realidad lo que te han transmitido tus sentidos) y lo peor es que los actores están al servicio de ese guión. No me refiero sólo a que lo interpreten sino que deforman la naturaleza de sus personajes para aumentar el insulto a la inteligencia del espectador. En ese sentido puedo decir que Ewan McGregor no hace un mal trabajo, pero es tan bajo e inmoral el fin de su esfuerzo que hubiese sido mejor que no hiciera nada. Y en cuanto a Tom Hanks... pues, qué puedo añadir: tan anodino como siempre. Parece que al director Ron Howard no le gusta que le comparemos con nuestro Vicente Aranda y siempre se saca un as de la manga para demostrarnos que su cine puede ser todavía más vergonzoso, si cabe, que el del director catalán. Destacaremos que Howard acaba de ganarse el dudoso honor de ser el único realizador con 2 películas en las profundidades de nuestro averno cinematográfico. ¡Por Dios, que arda para siempre y que no vuelva a levantar cabeza!