No se hacen demasiadas películas de marionetas. No es algo habitual. Pero menos habitual es que los propios hilos de éstas jueguen un papel fundamental en la trama. Y es que si uno de los problemas de hacer cine con títeres es la molestia que suele generar ver las cuerdas de las que cuelgan éstos en todo momento, Strings hace de ese problema una virtud y utiliza este elemento para convertirlo en una herramienta indispensable de esta bella historia. El diseño de personajes y de producción, así como una estupenda iluminación hacen de este pequeño film algo para recordar. Se trata de una película preciosa que seguro que sorprenderá a muchos. Una joya que descubrir.
