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Quién te ha visto y quién te ve. El cine italiano, pese a su brillante papel en el pasado, ha jugado durante las últimas decadas un discretísimo papel en el panorama cinematográfico global. Pero cuando aciertan con una peli aciertan de verdad y este es el caso que nos ocupa. La trama de esta película versa sobre el rapto de Aldo Moro y, lejos de convertirse en un documento que caiga en el aburrimiento formal (algo típico en el género... y en el cine italiano actual) la película cobra vida cuando se convierte en un ejercicio de metacine, pero que en ningún momento pierde el interés por lo que está contando. Aunque alguna interpretación sería mejorable y que algunos recursos de postproducción chirrían un poco se trata de una cinta muy interesante. La interpretación de su protagonista, Maya Sansa, es ciertamente original, y muy diferente a la sobriedad y precisión de Roberto Herlitzka en la piel del malogrado mandatario. Y mucha atención al trabajo de vestuario, peluquería y dirección artística, que son con mucho lo mejor de la película. Con un guión excelente, este trabajo de Marco Bellocchio es apropiado para dar una nueva oportunidad al cine que viene de Italia.